Capaz y con suerte, dentro de poco, los seres humanos dejaremos de pasar frío o de sentir dolor. Esta hipótesis no surge de un pensamiento aislado, sino a partir de un estudio realizado en Estados Unidos, según el cual la proteína TRPM8 es la culpable de que suframos las bajas temperaturas. Esta proteína se encuentra en las células del sistema nervioso y se activa con el frío o al entrar en contacto con agentes químicos refrescantes. Según la investigación, “se produce un profundo y nuevo modo de analgesia en dolores crónicos", ya que al activarse el TRPM8 se contrarresta el envío de señales dolorosas. El estudio fue desarrollado por científicos de las Universidades de California, Yale y del Instituto Médico de Wisconsin. El descubrimiento se publicó ayer en la versión web de la revista científica británica Nature. Tal vez una novedad casi irónica para los argentinos, quienes estamos sufriendo una ola de frío, que trae como consecuencia -junto con ineficiencia política, económica y cultural- la interrupción del trabajo, la paralización de la educación, el dolor y la muerte.
M.L
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