El mundo laboral avanza y se transforma constantemente a través de las tecnologías de la información y la comunicación. La estabilidad que desde siempre implicaron los aportes, cargas sociales y licencias desaparecen ante la creciente flexibilización laboral. Las distancias se acortan y la innovación se convierte en leit motiv para la creación de nuevos proyectos e ideas. Pero las telecomunicaciones no sólo reorganizan las formas tradicionales de empleo, sino que, además, modifican las rutinas diarias, junto con las posibilidad de combinar el trabajo con actividades personales. Así, la obligación de tener que cumplir con horarios fijos, los grandes tiempos de desplazamiento y la necesidad de presentarse cotidianamente a las oficinas son algunas situaciones que se discipan con las nuevas tecnologías.
Trabajar desde casa facilita la vida diaria de muchas personas y, por ello, cada vez es mayor el número de profesionales que brindan sus servicios vía internet: desde locutores y periodistas hasta psicólogos y secretarias virutuales. Sólo se necesita una computadora, un teléfono y mucha cratividad para innovar los 365 días del año.
Dolores Sosa
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