Romeo de hogaño
No me sirven estos ojos para mirarte
son demasiado tímidos y miopes
habrá que adiestrarlos para que te lean
cuando sonríes desde tu neblina
o dices adiós como quien dice quédate
no me sirven estos ojos porque parpadean
y a ti hay que mirarte sin tregua ni respiro
ya que de lo contrario eliges diluirte
en suspiros presagios y distracciones
y entonces nadie sabe a dónde te escabulles
no me sirven estos ojos porque a veces
a pesar de mi oficio de nictálope
no puedo adivinarte en tu balcón
cuando asumes la pena y el fracaso
de esta boca que no llega a tu boca
no me sirven estos ojos ni esta linterna
ni aun este sencillo proyecto de lujuria
a lo mejor no estás / a lo peor no existes
julieta favorita de mis huesos antiguos
quimera de mi afán y mi acabóse
El balcón de Julieta en Verona, Italia
M. Sztejn
No hay comentarios:
Publicar un comentario