lunes, 30 de abril de 2007

Apagá el teléfono




Call Center. Centro de llamados. Llamado tras llamado, sin pausa. Pausar es detenerse a respirar y pensar. No hay tiempo para eso, no hay espacio para desplegar un concepto nuevo. Todo lo dicho o por decir está estrictamente establecido para que ningún empleado pueda jugar su propio juego.
Los call centers se reproducen como mosquitos y, luego de autodenominarse como excelentes propuestas de trabajo para los estudiantes, llenan sus espacios con jóvenes ávidos de experiencia laboral y dinero propio.
El que no pasó por uno de ellos conoce a alguien que sí lo hizo y le relato su, seguramente insatisfactoria, experiencia. Aunque, claro, de todo ser aprende.
Una nota publicada el domingo 29 de abril en el suplemento Radar del diario Página 12, titulada “
No quiero ser del Head -Set”, descubre el panorama de esos lugares -a los que continuamente recurrimos-, a la vez que desentraña sus historias y secretos.
Vale la pena tomarse el tiempo para leerla.


M. S.

1 comentario:

Emiliano Intervenuto dijo...

Muy interesante la nota. Yo trabaje en un call center y es una tortura, aguante 3 meses.